Recuerdo de un beso
Aquel beso en la penunbra,
me causó tal embeleso,
que sentí una daga ardiente,
que me abrasaba por dentro.
Al rozarme con tus labios,
de jazmín y terciopelo,
extasiado me quedé...
¡Qué cerca estuve del cielo!
En las sombras de la noche,
ya sólo con el silencio,
el hechizo de tu encanto,
me acompañaba en el sueño.
Qué dulce soñar contigo...
dejando a los pensamientos
discurriendo libremente,
como caballo sin freno.
Abril de 2009
Es tu voz tan armoniosa,
Como un canto de jilguero,
Un remanso cristalino,
Clara, como el firmamento.
Al escucharte extasiado
Y atribulado por dentro,
Siento un calor que me envuelve,
Que turba mis pensamientos.
Sin saber decir por qué
Y sin saber lo que quiero,
Escucho esa melodía,
Como un rumor entre sueños.
Me deleito al contemplarte,
Por eso guardo silencio,
Mejor que decir palabras…
Que paren ese concierto.
De aquel recuerdo sublime,
Que evocan mis pensamientos,
Queda el eco de tu voz,
En la noche de los tiempos…
Carlos Villacastín Robles
Agosto 2010
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